Espíritu deportivo

Brandon Moreno, el orgullo de México, o permiso para creer que se puede

Anoche tuvo lugar el evento UFC 263 en Arizona, EE.UU, una velada cargada de buenas peleas y momentos para el recuerdo. El favorito del público Nate Diaz enfrentó al británico Leon Edwards, mientras que el campeón nigeriano Israel Adesanya puso su título en juego contra el italiano Marvin Vettori, en una reedición de su combate de 2018. Pero la gran noticia de la noche estuvo, sin lugar a dudas, en la victoria por sumisión en el tercer asalto del mexicano Brandon Moreno que le valió para conquistar el título de campeón mundial del peso mosca, arrebatándoselo de las manos al brasileño Deiveson Figueiredo. De esta manera, Brandon ‘The Assassin Baby‘ Moreno se convierte, a sus 27 años, en el primer campeón nacido y criado en México.

Brandon Moreno fue capaz de ajustarse y mejorar su propuesta respecto al combate que enfrentó a ambos peleadores en diciembre de 2020, y que se saldó con un empate técnico. Esta pelea está considerada por muchos como la mejor pelea de la historia de la división de peso mosca. En esta ocasión, Brandon fue capaz de dominar y doblegar a un Figueiredo que pareció acusar los efectos del dramático corte de peso que una vez más tuvo que realizar para poder entrar al octágono a defender su título, aunque esto no debe restar méritos al peleador mexicano que, a base de corazón e inteligencia, fue capaz de superar al brasileño en los dos primeros rounds y acabar finalizando la pelea por sumisión. Sin embargo, la trascendencia de esta victoria debe entenderse como mucho más que un hito deportivo personal.

No dedicaremos ni un segundo a mencionar y enumerar los males que azotan a la sociedad mexicana a día de hoy y desde hace tiempo. Primero, porque no sabríamos por donde empezar. Segundo, porque incluso si acertáramos a empezar, probablemente el artículo acabaría resultando demasiado extenso. Y tercero y más importante, porque hay suficiente cantidad de contenido en internet y en la prensa, tanto hispana como de medio mundo, como para que todo el que quiera estar informado ya haya tenido tiempo de estarlo. Tan sólo diremos que historias como las de Brandon Moreno a) no son comunes y b) se tornan extremadamente necesarias para la nación azteca en estos momentos.

En un país donde una parte significativa de la población se ha visto obligada a emigrar en busca de un futuro más próspero, y donde otra buena parte debe atravesar esfuerzos y penurias para poder mantener un nivel de vida y un ambiente comunitario digno, es fácil caer en el desánimo y acabar aceptando, como individuo o grupo dentro de este contexto, la inevitabilidad de un porvenir desolador. En una nación donde las noticias positivas son escasas, donde todo tiene una doble lectura, y donde cada amago de optimismo se ve rápidamente contrarrestado por una certeza pesimista, es muy difícil mantener la ilusión, el apego hacia y el orgullo por una tierra.

Y es precisamente eso lo que Brandon Moreno ha devuelto ayer, con su humilde victoria en una de las plataformas más grandes del mundo, a los mexicanos: el orgullo. Canelo Álvarez es el gran campeón mexicano en la actualidad; el púgil de Guadalajara acumula un récord de leyenda tras más de diez años en el circuito profesional, y apenas ahora está comenzando su prime, augurando muchas más alegrías y grandes actuaciones en el futuro. Se trata de una superestrella global que ha protagonizado una buena cantidad de eventos millonarios y ha llenado estadios con sus victorias. Pero al fin y al cabo es eso, una mega estrella. Alejado ya de aquel muchacho que debutaba en el ring con apenas 15 años, Canelo es un multimillonario que vive una vida en los Estados Unidos alejado de la realidad social mexicana. Si, sin duda es un motivo de orgullo para el país por sus innegables logros, su absoluta dedicación al deporte, y su comportamiento fuera del ring. Pero no conecta con y representa al mexicano de a pie de la misma manera y en el mismo momento en que lo hace Brandon Moreno.

Brandon debutó en la UFC en 2016, venciendo por sumisión al americano Louis Smolka. Dos años después, a finales de 2018, Moreno es cortado de la compañía con un récord de 3-2 dentro de la promoción. Regresando a la UFC en septiembre de 2019, Brando acumuló tres victorias para convertirse en el retador de Deiveson Figueiredo, que venía de defender su cinturón en dos ocasiones tras conquistar el título vacante en la pelea contra Joseph Benavidez a principios de 2020 (aunque no pudo reclamar el título por haber fallado al dar el peso, un problema que el brasileño lleva acusando bastante tiempo; fue en la revancha de esta pelea a mediados de 2020 cuando Figueiredo finalmente pudo llevarse el cinto a casa). En un primer combate que ya está en la lista de peleas legendarias de la compañía, Brandon y Figueiredo lucharon hasta un draw. Anoche, en la revancha, Brandon Moreno fue capaz de mostrar capacidad de adaptación y, con una mejor estrategia y forma física que el brasilero, se lleva para México el título de monarca de la categoría de los 56,7 kilos (o 125 libras).

Primer campeón mexicano de pura cepa de la historia de la UFC, Brandon representa una historia de superación, esfuerzo, disciplina, pasión, determinación, actitud positiva y éxito que debe iluminar, aunque sea por unos instantes, a una nación de naturaleza festiva y alegre que se encuentra secuestrada por la depresión. De la misma manera que Manny Pacquiao en Filipinas, Brandon Moreno ha devuelto con sus puños el orgullo de pertenecer, de raza, a una nación entera. Las lágrimas y las palabras del luchador en su discurso de victoria en el octágono con Joe Rogan, aún luchando por superar la incredulidad y aceptar que se había convertido en el campeón de un país, señalan el dolor y la rabia reprimida de todo un país.

Ojalá que, no sólo los éxitos acompañen siempre a este luchador de carácter exquisito, espíritu deportivo y actitud elegante y de respeto con sus rivales, sino que su ejemplo ilumine a una nación que quizá se ha acostumbrado a buscar ídolos donde no los hay, quizá por falta de referentes claros. Comentarista para la UFC en español, a buen seguro Brandon Moreno será un campeón digno que representará a los mexicanos con orgullo y honor tanto dentro como fuera de la jaula, y cuyas palabras, unidas a su tenacidad y actitud guerrera, ayudarán a dibujar un camino para que jóvenes mexicanos puedan encontrar la inspiración para creer que para ellos también puede haber una recompensa al final del camino del trabajo duro y constante. En un día como hoy, más que nunca, y con más motivos que nunca en mucho tiempo, que viva México cabrones.

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